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El niño dramático es un niño al que sus emociones le desbordan. El niño dramático es un niño que vive todo intensamente, sus alegrías y sus penas, pero sobre todo su angustia, su rabia, sus miedos y sus fracasos. Es un niño que pierde fácilmente el equilibrio, un niño que necesita que le ayudemos a reconducir la expresión de sus vivencias porque de otro modo se colapsa. El niño dramático es un niño que necesita que le ayudemos a ser feliz porque no sabe cómo serlo.

Este tipo de personalidad, a la que yo llamo niño dramático, puede ser fácilmente reconocible porque:

  • Es un niño que se enfada muy a menudo, más allá de los 4-5 años,
  • es un niño gruñón y cascarrabias,
  • que tolera mal las frustraciones,
  • es inseguro,
  • -con baja autoestima,
  • ansioso,
  • hiperactivo,
  • intranquilo,
  • y, sobre todo, es un niño que teniéndolo todo a su favor solo ve que problemas a su alrededor. Y si no los hay los crea.

Es un niño que va desarrollando este tipo de personalidad por diferentes motivos y no solo por estilos parentales rígidos, autoritarios o sobreprotectores, que también. Es una forma de ser que hay que reconducir cuanto antes ya que son auténticas bombas de relojería, cualquier pequeño obstáculo en su vida les hace estallar.

El niño dramático necesita llamar la atención constantemente, se siente perdido cuando los padres no están pendientes de él y hace cuanto esté en sus manos, de forma inconsciente, para que eso sea así.

Es un niño dependiente del adulto al que requiere para jugar, ir al baño o para que le solucione cualquier pequeño conflicto que tenga que resolver.

Los padres pueden verse manipulados y sobrepasados por este tipo de personalidad por temor a que su hijo pierda el equilibrio en cualquier momento. No obstante es muy importante que se mantengan firmes en sus decisiones a la vez que ayuden al niño dramático a encontrar soluciones a las dificultades que debe afrontar y que no las resuelvan por él.

Es recomendable acudir al especialista en este tipo de casos para que aporte pautas y consejos que ayudarán al niño dramático a aprender a disfrutar de su vida y a no ver problemas donde no los hay.

En este sentido recomiendo los siguientes artículos:

¿Por qué debo llevar a mi hijo al psicólogo?

¿Cuándo debo llevar a mi hijo al psicólogo? Señales de alerta.


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Foto cortesía http://www.freedigitalphotos.net/




Sara Tarrés

Soy Sara Tarrés, licenciada en Psicología por la Universidad de Barcelona, con Máster en dificultades del aprendizaje (ISEP) y Postgrado en Psicopatología infantojuvenil (ISEP). He trabajado como asesora y orientadora de padres y maestros en diferentes escuelas concertadas de Barcelona y como reeducadora de niños que presentaban diferentes dificultades en su aprendizaje. Actualmente dirijo Mamá Psicóloga Infantil desde donde oriento a padres en temas de crianza, desarrollo y educación. Esto me permite compaginar mi faceta de madre a tiempo completo sin dejar de lado mi actividad profesional.