Conoce los beneficios de la pintura de manos en bebés y niños.
¿Por qué es importante que nuestros hijos pinten con las manos?
Sabemos que es mediante el juego y la experimentación como los niños aprenden a hacerse una idea del mundo que les rodea. Pintar con las manos no deja de ser un modo de descubrir su mundo con la posibilidad de desvelar nuevas texturas y sensaciones. Por tanto dejemos que experimenten con toda naturalidad, sencillamente tenemos que tener paciencia, y un poco agua y jabón para limpiar después de jugar.
La pintura de manos, a parte de estimular y fomentar el conocimiento del mundo de nuestro hijo y de alentar su creatividad, es muy interesante utilizarla para trabajar la coordinación y psicomotricidad fina de manos y dedos de nuestros pequeños.
¿Cuándo podemos empezar a pintar con las manos?
Podemos empezar desde bien temprana edad con esta actividad, siempre bajo nuestra supervisión y orientación. Yo recomiendo empezar a partir de los 12-15 meses, aunque algunos investigadores nos dicen que a los 6 meses ya podrían estar preparados para disfrutar de esta actividad, todo está en función de cada niño.
Lo que debemos tener muy en cuenta es que a pesar de que está muy bien estimular a nuestro hijo a realizar este tipo de actividad, también hemos ser sensibles a sus ganas de practicar esta afición sin forzarle.
Beneficios de pintar con las manos.
- les entretiene y les divierte;
- estimula la coordinación y la psicomotricidad fina de manos y dedos, perfeccionando sus habilidades manuales;
- estimula su razonamiento espacial;
- facilita el descubrimiento de nuevas texturas, colores, olores y sensaciones táctiles;
- promueve la expresión artística, la imaginación y la creatividad;
- facilita la expresión del mundo interior del niño pudiendo canalizar su pensamientos y emociones de un modo creativo;
- proporciona satisfacción y potencia la autoestima.
¿Qué necesitamos?
La verdad es que no necesitamos más que unos botes de pintura de manos, una cartulina o hoja de cartón y una superficie donde trabajar (una mesa, el suelo, …). Y una bata o ropa vieja para que se ensucie sin que nos pongamos nerviosos por ello.