Existen un tipo de padres inmaduros, infantiles, eternos adolescentes que se niegan a crecer. Padres inmaduros que se resisten a asumir su rol de adulto, a tomar decisiones importantes, aponer límites y normas, que se rigen por el “laissez faire” o aquellos que pretenden seguir manteniendo su estilo de vida anterior a tener hijos, es decir, sin querer tener demasiadas complicaciones ni invertir tiempo en otra cosa que no sean ellos mismos.PeterPan

Hoy hablamos de ellos, de esos padres inmaduros que ejercen un tipo de violencia silenciosa sobre sus hijos, la violencia por omisión como la define Javier Urra en su libro “El pequeño dictador“.

 

Los padres inmaduros son padres que no asumen la responsabilidad que supone la maternidad o la paternidad. No quieren problemas, no quieren discusiones, evitan las rabietas de sus peques y les colman de excesos: exceso de tolerancia, exceso de regalos, exceso de permisividad, …

 

Estaremos de acuerdo con la premisa que ser padre/madre no es lo mismo que tener hijos. Tener hijos es fácil, pero ser padre/madre requiere responsabilidad, tiempo, paciencia, esfuerzo,dedicación … Porque los niños precisan que les dediquemos atención, que les escuchemos, que estemos ahí, a su lado, disfrutando de ellos y con ellos. Ser padre significa decir también muchas veces que no, poner normas y límites. Ser padre significa tejer día a día ese vínculo especial que nos une a nuestros hijos y eso no es posible cuando los padres delegan a terceros o piensan más en sí mismos que en sus propios hijos.

Los padres inmaduros, con sus personalidades infantiles, dificultan que sus hijos crezcan y maduren o lo que es peor, en algunos casos, son los hijos quienes acaban asumiendo el rol de adulto que sus padres han rehuido a ejercer.

Los niños precisan de modelos adecuados que les transmitan una imagen positiva de sí mismos, que les ayuden a desarrollar habilidades personales y sociales, que les enseñen a estar en el mundo sabiendo que deben hacer y qué no. Unos padres inmaduros, eternamente adolescentes, son modelos inadecuados para sus hijos. Los padres Peter Pan, sienten un deseo enorme de que los demás cubran sus necesidades, que les den lo que piden y en caso de no ser así, se enfadan … se comportan como niños cuando deberían ejercer como padres.

 

¿Conoces a algún padre o madre con estas características? ¿Crees que este puede ser tu caso o el de tu pareja? Cuéntanos tu experiencia.

Te dejo con algunos libros que creo que pueden ser de tu interés

Sara Tarrés

Soy Sara Tarrés, licenciada en Psicología por la Universidad de Barcelona, con Máster en dificultades del aprendizaje (ISEP) y Postgrado en Psicopatología infantojuvenil (ISEP). He trabajado como asesora y orientadora de padres y maestros en diferentes escuelas concertadas de Barcelona y como reeducadora de niños que presentaban diferentes dificultades en su aprendizaje. Actualmente dirijo Mamá Psicóloga Infantil desde donde oriento a padres en temas de crianza, desarrollo y educación. Esto me permite compaginar mi faceta de madre a tiempo completo sin dejar de lado mi actividad profesional.