Los niños de 4 años están repletos de energía. Quien tenga un niño de esta edad sabe que son inagotables, deseosos de aprender por sí mismos y con ganas de participar en las tareas de casa ayudando en todo lo que puedan, y se muestran mucho más independientes. Pero también son inestables emocionalmente, pasan de la risa al llanto con mucha facilidad y aparecen de nuevo las rabietas, es lo que llamamos pequeña adolescencia.

En su desarrollo físico y motriz observamos:

  • muestran mayor coordinación en sus movimientos corporales.
  • Pueden recoger un balón en movimiento.
  • Su sentido del equilibrio mejora y pueden andar ya a la pata coja manteniendo el equilibrio sobre un pie. Se trata de un hito importante respecto a la anterior etapa.
  • Tienen mayor habilidad en la motricidad fina de sus dedos.
  • Puede recortar con tijeras.
  • Son capaces de vestirse y desvestirse sin ayuda. Lavarse los dientes, la cara y las manos. Los padres debemos fomentar estos hábitos de autonomía.

En cuanto a su lenguaje:

  • Son capaces de expresar verbalmente su estado de ánimo «estoy enfadado», también sus necesidades personales y deseos. Y obviamente, intentan satisfacerlos.
  • Son capaces de combinar oraciones cortas.
  • Les entusiasma hablar con los adultos y vuelve a aparecer otra etapa del «¿Por qué?». Preguntan por todo aquello que despierta su curiosidad y les inquieta. Es importante responderles siempre con la verdad. Es nuestra función como padres, ya que de este modo les estamos enseñando a pensar y a hacerse una idea del mundo en el que vive.
  • Les divierten las adivinanzas, chistes y juegos de palabras.
    Muestran dificultad utilizando los tiempos verbales, por ejemplo es común oírles decir: «ya sabo» por «ya se».
  • Entienden el argumento de algunos cuentos sencillos. 

Antes de continuar te invito a participar en un estudio que estoy realizando sobre las principales preocupaciones de los padres respecto de sus hijos.

A nivel conductal y emocional

  • A esta edad los niños son egocéntricos, y quieren que el mundo gire a su alrededor, pero ya es capaz de compartir juegos y juguetes con otros amigos o compañeros.
  • Participan en juegos con otros niños de su misma edad y les gusta su compañía.
  • Empiezan a mostrarse independiente, pero es normal que en ocasiones muestren ciertas inseguridades ante situaciones y personas desconocidas.
  • Necesitan sentirse importantes para las personas de su entorno.
  • Reconocen las emociones y sentimientos de los demás.
  • Muestran actitudes de protección ante los más pequeños.
  • Les gusta hacer encargos y asumir responsabilidades en las tareas domésticas y escolares. De aquí que sean importante la figura de los «encargados» en las aulas.
  • Les gusta que los elogien cuando hacen las cosas bien, pero todavía no son capaces de reconocer sus errores.
  • Son fantasiosos y es probable que tengan algún amigo imaginario. Esta es la edad en la que aparecen con mayor frecuencia.
  • Mezclan fantasía con realidad.
  • Son capaces de interrumpir una tarea que les interesa y volver a retomarla después.
  • Aunque empiezan a controlar en cierto sentido su conducta y sus impulsos, es frecuente que vuelvan a aparecer las rabietas. Quieren imponer sus deseos desafiando a los padres, y aquí debemos seguir actuando con paciencia y mano izquierda, recordemos que son todavía muy pequeños y que nosotros como adultos los estamos educando.

Si este post te ha parecido interesante te invito a compartirlo en tus redes sociales para que pueda llegar a otros papás y mamás interesados en saber cómo son sus hijos o hijas de 4 a 5 años. Pero antes de irte permíteme que te deje mis últimas 10 entradas en la sección Niños 3-6 años . Quizás alguno llame tu atención y decidas quedarte un poco más conmigo. Si es así, te agradezco el tiempo y la confianza depositadas en mi.

Sara Tarrés

Soy Sara Tarrés, licenciada en Psicología por la Universidad de Barcelona, con Máster en dificultades del aprendizaje (ISEP) y Postgrado en Psicopatología infantojuvenil (ISEP). He trabajado como asesora y orientadora de padres y maestros en diferentes escuelas concertadas de Barcelona y como reeducadora de niños que presentaban diferentes dificultades en su aprendizaje. Actualmente dirijo Mamá Psicóloga Infantil desde donde oriento a padres en temas de crianza, desarrollo y educación. Esto me permite compaginar mi faceta de madre a tiempo completo sin dejar de lado mi actividad profesional.