La mejor técnica para controlar las rabietas es que nosotros, los padres, mantengamos la calma. Debemos mostrarnos tranquilos y serenos y sin dar demasiadas explicaciones a nuestros peques de por qué no pueden obtener lo que desean dejaremos quwww.mimamapsicologainfantil.blogspot.com.ese se calmen solos acompañándoles emocionalmente.
Continuamos este artículo con algunas técnicas que podemos utilizar los padres ante las rabietas. En el anterior hablamos sobre dos importantes técnicas: Mantenernos firmes y no atender la rabieta. y No responder con enfado.


Pero hay otras que pueden ayudarnos Sigo exponiendo otras técnicas que pueden ir combinadas con las anteriores.

Rabietas ¿Qué podemos hacer los padres? Algunas técnicas (II)

3. Explicaciones cortas

Como ya hemos visto, intentar razonar o explicar cualquier cosa a un niño niño inmerso en un berrinche es una pérdida de tiempo, lo más probable es que él siga tirado en el suelo llorando y pataleando sin cesar. Está en una gran “representación” donde él es el protagonista. Dialogar con él sólo puede agravar el problema, así que si hemos de decirle algo mejor decírselo antes de que empiece.

Pueden ser de ayuda frases como:

  • «no hay caramelos porque acabas de comer» o
  • «si no duermes, mañana estarás cansado para jugar» dichas cuando se va a iniciar la rabieta pueden servir para evitar su enfado, si no se alterado.

4. Dejar que se calme solo.

Debemos dejar que los niños expresen su emociones, ellos también tienen derecho a estar enfadados y a desahogarse. 

Es normal que lloren y dejaremos que lo hagan, así que cuando estén en plena rabieta también se le puede decir «Veo que estás muy enfadado, voy a dejar que te relajes y te calmes, avísame cuando se te pase».

Nos alejaremos un poco de él y continuaremos con lo que hacíamos. 

Con este tipo de estrategia él será consciente de que nos preocupamos por lo que le pasa pero que no conseguirá nada poniéndose así.

A veces debemos utilizar esta estrategia, aunque lo mejor es acompañarles.

5. Elogiarle cuando recupere la calma.

Cuando la rabieta se vaya apagando y el niño vaya calmándose, debemos elogiarle por recuperar el control. 

Frases del estilo “muy bien cariño, veo que estás mejor y más calmado”, “gracias cielo por calmarte”, “Me alegro de que y te encuentres mejor, te quiero pero no me gusta que me grites o patalees”. 

En este momento podemos empezar a hablarle en un tono relajado y tranquilo. 

No removeremos el pasado. No le recordaremos que ha tenido una rabieta, ya que esto podría empeorar de nuevo la situación.

6. Explicarle el cambio de normas.


Debemos explicar que las normas a partir de este momento han cambiado. Le explicaremos que, a partir de ahora, cuando tenga una rabieta no vamos a hacerle ningún caso se ponga como se ponga. Obviamente los niños más pequeños es probable que todavía no sean capaces de comprenderlo, pero a partir de los 3 años entienden perfectamente el significado de nuestro mensaje.

Hay que advertirle de que solo le escucharemos cuando hable en un tono normal, sin gritos ni llantos, porque de otra forma es imposible entenderle. Es una buena técnica explicarle que cuando llora así nadie puede escucharle, por lo que no sabemos lo que quiere.

7. Cambiar de escenario

En ocasiones, los niños entran en tal espiral de enfado que ni ellos mismos saben porqué empezó la rabieta ni saben cómo terminar con ella. Cuando esto sea así, y sobretodo cuando nos encontremos en un lugar público (parque, supermercado, centro comercial,…)

Es beneficioso cambiar de lugar: salir con ellos (en brazos o de la mano) tranquilamente del lugar e ir a otro más abierto.

A la vez el paseo puede distraer su atención y hacer que se centre en otra cosa.

 Artículo actualizado en octubre de 2015, primera redacción aril de 2012.

Sara Tarrés

Soy Sara Tarrés, licenciada en Psicología por la Universidad de Barcelona, con Máster en dificultades del aprendizaje (ISEP) y Postgrado en Psicopatología infantojuvenil (ISEP). He trabajado como asesora y orientadora de padres y maestros en diferentes escuelas concertadas de Barcelona y como reeducadora de niños que presentaban diferentes dificultades en su aprendizaje. Actualmente dirijo Mamá Psicóloga Infantil desde donde oriento a padres en temas de crianza, desarrollo y educación. Esto me permite compaginar mi faceta de madre a tiempo completo sin dejar de lado mi actividad profesional.