Se acaban las vacaciones y la vuelta al cole esta próxima. Faltan ya muy pocos días para volver a empezar con los madrugones y todas las rutinas del día a día. Somos muchos los padres que nos sentimos inquietos ante este hecho y nos preguntamos cómo reaccionarán nuestros hijos después de tanto tiempo jugando al aire libre sin horarios rígidos ni obligaciones, acostándose y levantándose tarde y sin más preocupaciones que las de divertirse y jugar.

Sabemos que es posible o muy probable que los primeros días sean duros y difíciles y es precisamente por ello hay que empezar a pensar cómo facilitarles las cosas para que la vuelta al cole sea tranquila y la lleven lo mejor posible ( y nosotros también).
Aunque no podremos evitar que aparezcan algunos síntomas propios de la adaptación a esta nueva situación, sí intentaremos que no aparezca la tan nombrada depresión postvacacional, y en caso que lo haga que sea en sus formas más leves.
5 consejos para una vuelta al cole tranquila:
1. Retomar las rutinas. Días antes de empezar de nuevo con los madrugones debemos ir adaptando nuestro organismo a acostarse más pronto y a levantarse también más temprano. Es hora de poner de nuevo un horario más estructurado para todo: comidas, cenas y momentos de ocio. De esta manera nuestro cuerpo y sobretodo nuestro cerebro va reajustando sus ritmos para que cuando sea hora de empezar de nuevo no sea de un modo tan brusco que nos cause trastornos de irritabilidad o depresión.
2. Hablar y valorar con nuestros hijos los aspectos positivos de volver a empezar un nuevo curso escolar como por ejemplo reencontrar a los amigos, tener la posibilidad de realizar nuevos aprendizajes y vivir grandes experiencias. Si es preciso podemos recordar con ellos algunas de las excursiones o momentos especiales que vivió durante el curso anterior. Tras tantos días de vacaciones es normal que se haya olvidado de que en el cole también se viven grandes momentos .
3. Preparar con ellos todo el material escolar. Busquemos un momento, días antes, para organizar la mochila con todo aquello que van a necesitar: libros, libretas, colores, … Tenerlo todo bien preparado para el gran día reduce la sensación de ansiedad o angustia que produce volver a enfrentarse a lo desconocido (nuevos maestros, nuevos alumnos, nuevo colegio, …).
4. Dedicar un tiempo durante el día para realizar tareas escolares, repasar conceptos anteriores, dibujar, pintar, leer, … Si durante el verano no se han abandonado del todo estos buenos hábitos resultará menos duro volver a enfrentarse a la realidad escolar. Recordemos que es importante que nuestos hijos sigan realizando, de forma más lúdica, tareas de repaso, ya sea con cuadernos de verano especialmente editados para las vacaciones o con otro tipo de material que podemos confeccionar nosotros mismos o nos proporciona el colegio.
5. Ser papás y mamás positivos, el verano termina pero empieza otra época en la que podemos seguir disfrutando de grandes cosas y muy buenos momentos. Es conocido que nuestros hijos absorven nuestras emociones, por ello es importante que no les transmitamos la idea de que volver a las rutinas ( trabajo o cole) es algo desagradable, aburrido o triste. Delante de ellos deberíamos no hacer comentarios negativos sobre la vuelta a las rutinas del día a día.
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