Jugar al dominó proporciona a los niños la oportunidad de aprender mientras se divierten. No creas que éste es un juego de mesa solo para adultos porque no es así.

El dominó, ese juego de mesa de toda la vida al que todos hemos jugado en alguna ocasión, está siendo uno de los juegos estrella de estas Navidades en casa. Mi hijo de 6 años, que ya entiende las reglas del dominó quiere jugar una y otra vez.

jugar al dominó

Jugar al dominó con los niños es relativamente fácil, sencillo y muy divertido para ellos. Y aún lo es más si utilizamos diferentes modelos de dominó, que hoy por hoy los hay de variados modelos. Yo he escogido algunos como el que aparece en la foto, pero también otros con formas y colores, muy usados con los niños más pequeños.

Jugar al dominó fomenta múltiples aprendizajes

Como cualquier otro tipo de juego de mesa los niños aprenden a seguir unas reglas básicas por las que se rige el juego. En este caso son pocas y muy sencillas.

Al ser un juego en  que cada jugador tiene su tiempo para jugar aprenden a esperar y a jugar cuando llega su turno, por lo que les ayuda a controlar su impulsividad y ansiedad.

Además tanto si jugamos con el dominó clásico como con uno de formas y colores les proporciona conocimientos sobre matemáticas ya que deben aprender a contar los puntos que tiene cada ficha o las formas o figuras.

Aprenden a compartir y a divertirse en compañía de sus amigos, hermanos o padres. Todos pasamos un buen rato y fomentamos los lazos familiares.

Aprenden, jugando, a dominar sus emociones, la frustración de perder o la euforia de ganar. Recordemos que es igual de importante saber perder como saber ganar.

¿Qué capacidades estimula jugar al dominó?

Además  practicar conceptos matemáticos, jugar al dominó tiene muchos beneficios y estimula muchas capacidades cognitivas a niños y mayores.

  • Estimula los procesos cognitivos básicos de percepción visual, atención y memoria.
  • Fomenta el control de la impulsividad y trabaja la capacidad de esperar, por lo que los niños aprenden a autocontrolarse.
  • Desarrolla habilidades psicomotoras al tener que colocar las piezas correspondientes en el lugar adecuado.
  • Les mantiene mentalmente activos y cada vez más ágiles

Sara Tarrés

Soy Sara Tarrés, licenciada en Psicología por la Universidad de Barcelona, con Máster en dificultades del aprendizaje (ISEP) y Postgrado en Psicopatología infantojuvenil (ISEP). He trabajado como asesora y orientadora de padres y maestros en diferentes escuelas concertadas de Barcelona y como reeducadora de niños que presentaban diferentes dificultades en su aprendizaje. Actualmente dirijo Mamá Psicóloga Infantil desde donde oriento a padres en temas de crianza, desarrollo y educación. Esto me permite compaginar mi faceta de madre a tiempo completo sin dejar de lado mi actividad profesional.