Recientemente he asistido a un workshop sobre la  Tolerancia a la frustración impartido por Cuentos para crecer. Un taller muy interesante que me ha proporcionado información muy valiosa sobre la que reflexionar y trabajar. Entre ellas quisiera compartir con tod@s vosotr@s estos 10 motivos por los que debemos incorporar la palabra AÚN en nuestro vocabulario.

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Si te detienes a pensar el poder que tienen tus palabras sobre las emociones, sentimientos y comportamientos de tus hijos (y en ti) verás cómo una sencilla palabra puede cambiar mucho. Te habrás fijado que son muchos los niños (y adultos) quienes ante cualquier fracaso se detienen, abandonan o se estresan.

Estas son las frases que les oímos decir:

  • «Es que yo no sé hacerlo»
  • «Es que me sale mal»
  • «Es que no puedo»
  • «Es que no lo consigo»

Estas frases hunden en la miseria, son frases de derrota que desaniman, desalientan y desmotivan. [bctt tweet=»Pero una sencilla palabra puede darle la vuelta, y esa palabra es AÚN.»]

  • «Es que yo no sé hacerlo AÚN porque estoy aprendiendo»
  • «Es que me sale mal porque AÚN no se cómo hacerlo»
  • «Es que no puedo AÚN porque soy pequeño»
  • «Es que AÚN no lo consigo»

La percepción de estas frases es distinta, verdad? Denotan ganas de superación, positividad, valentía ante la adversidad, ganas de seguir adelante y de perseverar. Imagínate lo que es capaz una sola palabra. ¿Te atreves a incorporarla en tu vocabulario y a utilizarla cuando tus hijos se quejen y te digan «es que no puedo mamá!»?¿Qué tal un «no puedes aún, vamos a intentarlo otra vez»?

 

10 motivos por los que debemos incorporar la palabra AÚN en nuestro vocabulario.

Esto son los 10 motivos por los que creo que debemos incorporar la palabra aún en nuestro vocabulario y utilizarla más cuando hablamos con nuestros hijos:

  1. Valora el esfuerzo y no solo los objetivos.
  2. Motiva a los niños a perseverar, a continuar con lo que están haciendo, a superarse cada día un poco más.
  3. Genera confianza.
  4. Promueve el desarrollo de sus capacidades y habilidades.
  5. Reduce la sensación de vulnerabilidad.
  6. Incrementa y ofrece la sensación de poder de cambiar la situación, de sobreponerse a los problemas, a los obstáculos.
  7. Promueve el autoconocimiento, sus límites y sus posibilidades.
  8. Reduce el estrés que genera fracasar.
  9. Ofrece la oportunidad de mejorar
  10. Anima, alienta.

 

Foto cortesía http://www.freepik.es/

 

Sara Tarrés

Soy Sara Tarrés, licenciada en Psicología por la Universidad de Barcelona, con Máster en dificultades del aprendizaje (ISEP) y Postgrado en Psicopatología infantojuvenil (ISEP). He trabajado como asesora y orientadora de padres y maestros en diferentes escuelas concertadas de Barcelona y como reeducadora de niños que presentaban diferentes dificultades en su aprendizaje. Actualmente dirijo Mamá Psicóloga Infantil desde donde oriento a padres en temas de crianza, desarrollo y educación. Esto me permite compaginar mi faceta de madre a tiempo completo sin dejar de lado mi actividad profesional.