Mamá Psicóloga Infantil

Trastorno por Déficit de naturaleza ¿Qué es?

¿Crees que esás suficiente tiempo en contacto con la naturaleza? ¿Sueles salir a pasear o hacer excursiones por el bosque? ¿Llevas a tus hijos contigo y les enseñas los distintos tipos de árboles, flores, setas, frutos, pájaros y otro tipo de fauna? ¿Eres capaz de distinguir un roble de una encina? ¿Tus hijos juegan en la calle, en un parque rodeado de árboles o son más bien de llegar a casa y jugar con la PlayStation u otras consolas? 

Si las respuestas a estas preguntas te han hecho pensar que tanto tu como tus hijos estáis demasiado encerrados en casa, en el cole o en tu lugar de trabajo  es momento de ir pensando en revertir de algún modo esta situación porque un déficit de naturaleza está causando graves problemas en nuestra salud física, emocional y mental.

Trastorno por déficit de Naturaleza ¿Qué es? 

El llamado Trastorno por Déficit de Naturaleza es un término bastante actual, aunque hace más de una década que se emplea. Surge en 2005 por periodista y autor estadounidense Richard Louv en su libro Last Child in the Woods: Saving Our Children from Nature-Deficit Disorder: Saving Our Childern from Nature-deficit Disorder. 

Este libro, con más de 325.000 copias vendidas en 21 ediciones, documenta con gran precisión y claridad cómo los niños estadounidenses (pero aplicable perfectamente a nuestra sociedad) están cada vez menos expuestos a la naturaleza y cómo este déficit está perjudicando a los niños en particular y a la sociedad en general.

Las investigaciones realizadas sobre este asunto, la pérdida de contacto con el entorno natural y el abuso de las pantallas (ya sea televisión, ordenadores, tablets o smartphones), indican que nuestra vida supuestamente moderna está impidiendo que los niños tengan una infancia saludable.

Hablaba recientemente que la periodista Eva Millet, autora de varios libros entre ellos “Hiperpaternidad“, de los amigos imaginarios, de la pérdida de horas de juego y de las consecuencia que puede tener sobre los niños y niñas en un futuro. Y es que las consecuencias son importantes de igual modo que lo son las consecuencias de este déficit de naturaleza del que nos alertan.

Consecuencias o principales síntomas del déficit de naturaleza

No hay una evidencia científica que respalde aún la existencia del Trastorno por Déficit de Naturaleza como tal. Sin embargo, las investigaciones realizadas y descritas en el libro anteriormente citado, permiten relacionar la falta de contacto con la naturaleza y nuestra forma de vivir actual con algunos síntomas o enfermedades como:

Como puedes observar, las consecuencias de pasarnos el día encerrados entre cuatro paredes son lo suficientemente importantes y graves como para plantearnos seriamente cambiar algunos de nuestros hábitos. Y evidentemente los niños son los primeros en verse afectados por este déficit de naturaleza.

El papel de los padres / madres en el déficit de naturaleza

Los niños se han convertido en prisioneros encarcelados en sus propias casas. Lo menciona Eva Millet en su libro “Hiperpaternidad” en el apartado titulado “Benevolentes arrestos domiciliarios”.

Y es que nosotros, sus padres, con la mejor de las intenciones en un intento exagerado de protegerlos impedimos que:

Por este motivo te recomiendo este post en las que te explico porqué los niños deben caerse, rasguñarse o ensuciarse.

Los niños de hoy ya no saben jugar.

No les permitimos jugar de forma libre, se lo controlamos todo por miedo a que les pase algo. Y al hacerlo impedimos la verdadera experimentación, tal y como Richard Louv explica en sus libros.

La naturaleza no es un lujo, sino una necesidad del espíritu humano, tan vital como el agua o el buen pan.

-Edward Abbey, escritor y ambientalista estadounidense.-

¿Cómo evitar el Trastorno por Déficit de Naturaleza?

La respuesta parece más bien simple … volver a reencontrarnos con el medio natural y hacerlo tantas veces como nos sea posible. 

Nuestro ejemplo como padres es fundamental, por lo que recomendamos:

Beneficios de jugar al aire libre

Ya en otras ocasiones he comentado lo importante que es dejar jugar a los niños a su libre albedrío , los múltiples beneficios de jugar al aire libre y por qué debemos acercar a los niños a la naturaleza. Como vemos en este mismo post de hoy los beneficios son irrefutables.

Entre ellos quiero destacar los siguientes, ya que los niños que juegan en la calle y al aire libre tienen más probabilidades de conseguir :

Conclusiones

Somos parte de la naturaleza, cuando nos alejamos de ella y nos encerramos entre cuatro paredes enfermamos, sufrimos estrés, depresión, obesidad, enfermedades respiratorias, …

Volvamos a recuperar el contacto con ella aunque sea inicialmente solo en parques rodeados de árboles, paseos alrededor del río, una escapada de fin de semana …

Recuperemos las calles para jugar, no secuestremos a nuestros hijos impidiendo que corran, brinquen, se ensucien o rasguñen. Las consecuencias de esto son enormemente peores que las manchas o los chorretones.

Libros recomendados

Si te ha gustado este artículo compártelo

Salir de la versión móvil