Hoy quiero hacerme eco y difundir parte de la información publicada recientemente sobre la salud mental de los niños en un informe del CDC (Center for Disease Control, o Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades de los EE.UU).
Es obvio que la salud mental es importante para la salud en general, aunque a veces, cuando de niños se trata, hay ocasiones que no le damos la suficiente importancia pensando que es algo de niños y que ya pasará. Pero es importante saber que sin un diagnóstico temprano ni tratamiento, los niños con trastornos mentales pueden tener problemas en el hogar, en la escuela y para hacerse amigos, lo cual puede evitar que se desarrollen de una manera sana. Sin un tratamiento adecuado, estos niños pueden seguir teniendo problemas cuando sean adultos y durante toda su vida. Debido al impacto que tienen en los pequeños, sus familias y su entorno, los trastornos mentales de los niños son un asunto muy importante en el que todos deberíamos colaborar para su detección precoz, ya seamos maestros, profesores, padres o profesionales de la salud.
El término trastorno mental infantil abarca todos los trastornos mentales que se pueden diagnosticar y que comienzan en la niñez, por ejemplo:
- el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH),
- el síndrome de Tourette y
- los trastornos de conducta, del humor y la ansiedad,
- del espectro autista, etc.
Los trastornos mentales infantiles se pueden tratar y controlar. Las estrategias de salud pública eficaces —tales como educar al público acerca de los trastornos, hacer pruebas a los niños para detectar problemas, proveer intervención temprana y tratamiento eficaz— pueden hacer que los trastornos sean menos graves o incluso, en algunos casos, prevenir su aparición.
¿Qué podemos hacer para ayudar?
Como padres, somos quienes conocemos mejor que nadie a nuestros hijos. Si observamos cualquier comportamiento que nos inquieta, extraño, fuera de lo común o algún cambio significativo en su humor o conductas, es importante que lo hablemos con un profesional de la salud aunque sea primeramente con el pediatra de la familia.
Como maestros, profesores y directores de las escuelas e institutos, la identificación temprana es importante para que los niños puedan recibir la ayuda que necesitan. Es importante trabajar con las familias y los profesionales de la salud, y si surge alguna preocupación sobre la salud mental de un niño en la escuela lo mejor que se puede hacer es derivarlo al profesional adecuado.