Portarse mal para llamar la atención no es siempre cierto, en muchas otras ocasiones este comportamiento inadecuado o disruptivo corresponde a otros motivos. Hoy hablamos de ello porque consideramos que cuando se dice que los niños se comportan mal solo para llamarnos la atención estamos minimizando algunas cosas, muchas de ellas muy importantes. Veámoslo a continuación


Consideraciones previas

Muchas veces los padres que consultan a un especialista, ya sea un psicólogo infantil, pediatra o incluso al tutor del cole, por cualquier motivo relacionado con los problemas de conducta de su hijo tiene que ver sobres si ese “mal comportamiento” es solo para llamar la atención o si hay algo más detrás de esas conductas de oposición, rebeldía y enfado permanente.

Ciertamente, la gran mayoría de casos de comportamientos que calificamos como inaceptables o de malas conductas, en niños de 2 a 12 años, tienen como objetivo atraer la atención de papá, mamá y otros miembros de la familia. Lo que nos lleva a pensar que el origen del mal comportamiento reside en la sensación que tiene el niño de que sólo le prestan atención cuando se porta mal, mientras que cuando se porta bien o de forma adecuada … nadie repara en él.

Antes de continuar, aprovecho para recomendar la lectura del artículo publicado en este mismo blog: “10 motivos por lo que los niños se suelen portar mal“. En este artículo se explican las razones más frecuentes por las que nuestros pequeños suelen tener malos comportamientos. O dicho de otro modo, suelen enfadarse, tener rabietas, contestar mal, insultar, empujar, enfurruñarse, dar patadas, gritar, …. 


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Portarse mal para llamar la atención

Cuando un niño se comporta mal para atraer la atención de sus padres desea ser atendido de forma única y exclusiva. Anhela que lo dejemos todo para ver lo que está haciendo o diciendo.

Desea ser el centro de todas las miradas y oídos, y lo necesita tanto que no le importa de qué modo le atendamos.

No le importa que sea mediante regañinas constantes, ni castigos. Y si te preguntas ¿por qué? La respuesta es sencilla. Y es que que cuando le reñimos o castigamos comprueba que :

  • hablamos sobre él,
  • nos ocupamos de lo que ha hecho o dicho,
  • hablamos de ello con nuestra pareja, con sus tutores y profesores, …

En definitiva, nos centramos en nuestro hijo pero de un modo erróneo. Focalizamos la atención en el mal comportamiento y no en todo lo bueno que hace nuestro hijo a lo largo del día. Por lo que le damos a entender que necesita portarse mal para que papá y mamá se den cuenta de que él está allí.

Aburrimiento y cansancio tras el mal comportamiento infantil

Otros casos y en otras ocasiones, lo que ocurre es que el niño está cansado y aburrido. Por ejemplo, es el caso de cuando tenemos que ir a un centro comercial a realizar diversas compras. ¿No os ha ocurrido? Nuestro hijo nos ha dicho que se aburre, que se quiere ir a casa, que está cansado y aunque tiene razón no podemos atender su petición. Como se siente ignorado, como se siente no atendido, nos monta una pataleta y … le hacemos acabamos cediendo.


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Portarse mal por celos

Otro caso que hay que tomar con especial cuidado está relacionada con los celos que puede sentir alguno de nuestros hijos, no tiene que ser forzosamente el mayor.

Las conductas inadecuadas se dan sobretodo cuando estamos centrados en alguno de nuestros hijos, así que el que queda “desatendido” empieza a portarse mal para desviar nuestra atención y seguir siendo el centro de atención, aunque siga siendo para que le regañemos … De esta forma ellos mismos manipulan a su familia con expresiones como “si me porto bien entonces…” “si no haces esto entonces me portaré mal”.


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En conclusión

Por tanto, portarse mal para llamar la atención no es algo que debamos ignorar, todo lo contrario, debemos analizar qué es lo que ocurre para que nuestro hijo necesite esa atención constante:

  • ¿le dedicamos suficiente tiempo?
  • ¿son suficientes las normas y límites que hemos establecido? ¿son claras y adecuadas a su nivel de edad?
  • ¿descansa lo suficiente por la noche?
  • ¿realiza demasiadas extraescolares?

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Sara Tarrés

Soy Sara Tarrés, licenciada en Psicología por la Universidad de Barcelona, con Máster en dificultades del aprendizaje (ISEP) y Postgrado en Psicopatología infantojuvenil (ISEP). He trabajado como asesora y orientadora de padres y maestros en diferentes escuelas concertadas de Barcelona y como reeducadora de niños que presentaban diferentes dificultades en su aprendizaje. Actualmente dirijo Mamá Psicóloga Infantil desde donde oriento a padres en temas de crianza, desarrollo y educación. Esto me permite compaginar mi faceta de madre a tiempo completo sin dejar de lado mi actividad profesional.