Mamá Psicóloga Infantil

Mi bebé tiene un temperamento difícil

Tener un bebé con temperamento difícil es todo un reto, sobre todo para los padres primerizos, quienes deberán hacer frente a las altas necesidades de un pequeño complicado de satisfacer.

Mi bebé tiene un temperamento difícil es un post con una gran carga personal, puesto que mi segundo hijo fue un bebé de alta demanda que puso a prueba muchas de mis capacidades como madre. Hoy es un niño sano y fuerte, aunque todavía mantiene algunas de las características de su temperamento inquieto, demandante y “difícil.”


Mi experiencia personal con un bebé de temperamento difícil

Mi segundo hijo, P., fué prematuro de 34 semanas.

Nació mediante cesárea programada porque sufría un retraso del crecimiento intrauterino, desconocemos aún los motivos.

Pesó 2070 gr.

Lloró fuerte y sigue llorando igual de fuerte hoy que tiene prácticamente 10 meses.

Todo le molestaba y respondía con un llanto fuerte y desconsolado.

Estaba ocupado todo el día moviéndose. Nunca estaba quieto (sólo cuando dormía). Y dormir … No dormía apenas. Realizaba siestas de 30 minutos. Y siempre ha sido así. Desde que salió de la clínica tras 15 días en la incubadora.

Al principio consulté con mi pediatra, porque estaba realmente preocupada por su modo de llorar. No le dió importancia. Él creyó que yo sufría una depresión postparto, aunque no era así afortunadamente.

Pero en cada revisión yo insistía. Algo no era igual que con mi primer hijo. P. lloraba por todo y ni yo ni nadie conseguíamos consolarlo fácilmente. En una de esas revisiones pediátricas se pensó que tenía reflujo y le medicamos durante un tiempo, pero seguía igual. Llorando todo el tiempo, fuerte y desconsoladamente.

Evidentemente era algo temperamental. Mi pediatra me aconsejó que le dejase llorar y que siguiera el Método Estivill. Pero no lo hice, puesto que en aquel entonces tenía mis dudas sobre su aplicación y hoy en día tengo más que claro que sus efectos son nocivos, así de claro lo digo.

Actualmente existen muchos estudios que demuestran que dejar llorar a los bebés y niños sin que nadie les consuele afecta en el modo en el que se desarrollan sus las conexiones cerebrales. De modo que, tal y como encontramos en la contraportada del libro “El amor maternal. La influencia del afecto en el cerebro y las emociones del bebé. Sue Gerhardt. Eleftheria Editorial”.

Una crianza amorosa no es solamente una decisión educativa sino que moldea las conexiones cererales del bebé predisponiéndole a un futuro desarrollo con empatía, autocontrol y conexión con los demás.

– Sue Gerhardt

Pero volviendo al tema, desde los primeros días tuve la firme convicción de que se trataba de un bebé con temperamento difícil. Siendo psicóloga infantil conocía los tres tipos básicos en los que “clasificamos” a los bebés y … por supuesto las características más significativas de cada uno de ellos. Revisando la clasificación ¡P cumplía casi todas las características ! ¿Cuáles son o podrían ser estas características?

Bebés de temperamento difícil o de alta demanda, características principales

1. No tienen rutinas.

No entraba en la rutina de comer.

Cada hora y media lloraba desconsolado porqué tenía hambre. Y no era un bebé de pecho, que en este caso lo hubiera entendido. P tomaba biberón. No sabía nunca cuándo tendría hambre y cuando salía a la calle, aunque fuera media hora, iba preparada con el biberón a todas partes. Con el tiempo mejoró y fue capaz de hacer sus tomas cada 3 o 4 horas durante el día.

En cuanto al sueño, no tenía ningún hábito establecido para dormir, ni se lo conseguía establecer. En el momento en el que escribí el post, cuando tenía 10 meses, seguía sin habituarse bien.


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2. Fácilmente irritable.

P lloraba por todo, porque todo le molestaba. Esta es otra de las características de un bebé con temperamento difícil.

Y es que lloraba por todo. Y más cuando tenia sueño y no lograba conciliarlo rápidamente. Lloraba y lloraba. Desconsolado sin que nada le calmara. Y así podía estar perfectamente 45 minutos llorando sin que le pudiera consolar ni acunándole en mis brazos. Porque nada servía para consolarlo. Ni bracitos, ni meneos, ni paseitos con el cochecito. Cuando estaba así lo mejor era no irritarle más y dejar que se calmara poco a poco solo. Únicamente le daba la mano para que no se sintiera sólo y finalmente se calmaba.

Cuando por alguna razón enfermó, igual que lo hacen todos los bebés, debo confesar que tampoco fue fácil porque aguantaba mal el dolor físico.


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3. Muy activo.

No paraba ni un instante, siempre está ocupado realizando actividades físicas. Cuando lo dejaba en el parquecito de casa, su mayor afición era cogerse de las arandelas y saltar!

Con todas estas características no quedaba otra que tener mucha, mucha paciencia.

Y es que son bebés que requieren mucha atención y comprensión. Afortunadamente, con el tiempo, van cambiando y cogiendo ritmos más estables. Y es así, los niños con temperamento difícil van mejorando a medida que están a punto de cumplir el año de vida.

Conclusiones

Si tienes un bebé con estas características, ármate de paciencia … al final se irá estabilizando! Cógelo, abrázalo, … él os necesita, su forma de manifestarlo es mediante el llanto. Es un bebé y su modo de comunicación es llorar.


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He revisado este post años después. P cumplirá próximamente 9 años y os aseguro que es un niño sano, inteligente y muy activo. ¡Ánimo papis, es una etapa que conseguiréis superar!

Hoy, 10 años después, al revisar este post P es un niño activo, muy activo y ocurrente.

Foto cortesía (c) Can Stock Photo / AntonioGuillem

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