Mamá Psicóloga Infantil

La hora de comer se ha convertido en un problema.

En algunas familias la hora de comer se ha convertido en un problema, un problema porque nada de lo que ponen en el plato de sus hijos parece ir acorde a sus gustos y los “yo no quiero sopa” o “otra vez verduraaaa ….” es la banda sonora de comidas y cenas. Si esto es lo que te viene sucediendo últimamente conviene que sepas que no estás sol@ y que esta situación cambiará dedicándole tiempo, paciencia y mano izquierda.

¿Por qué la hora de comer se ha convertido en un problema?

Los motivos por los que la hora de comer se acaba convirtiendo en un problema son muchos, pero esto son los más comunes:

Como vemos, resulta que en muchas ocasiones los responsables de que nuestros hijos acaben comiendo mal, rechacen de forma sistemática las comidas y se quejen de todo y por todo somos nosotros, los padres. Si reflexionamos sobre qué es lo que hacemos cuando nuestro hijo dice que no le gusta veremos que cometemos alguno los siguientes errores con toda la buena intención del mundo.

5  Errores comunes que cometemos los padres a la hora de comer:

  1. Convertir la comida en un premio (o en un castigo). La comida debe tener su momento, su hora y su lugar. No debemos convertirlo en un premio por una buena conducta. Si lo pensamos bien, es probable que en alguna ocasión hayamos condicionado el postre favorito de nuestro hijo. Sí, es esa frase tan típica de “si te comes la verdura podrás comer helado”. Con esta frase estamos lanzando el siguiente mensaje ” las verduras son tan malas que mamá o papá deben premiarte para que te las comas …”
  2. Presionar a nuestro hijo para que pruebe un determinado alimento. Es mejor animarle para que lo pruebe, pero si se niega y lo rechaza no insistir.
  3. Preparar verduras aburridas. Por lo general, las verduras sencillamente hervidas no tienen un aspecto nada apetitoso para nuestros hijos. Si las aderezamos un poco, con queso, mantequilla, mayonesa … mejoraremos algo el sabor y nuestro hijo se las comerá mejor. Aunque esto se consigue poco a poco.
  4. Dar siempre lo mismo de comer. En algunas ocasiones identificamos que hay ciertos platos que les gustan más a nuestros hijos y nos limitamos a siempre darles lo mismo. Recuerda que una de las características de la alimentación infantil correcta es que sea variada, por lo que se recomienda dar a probar cosas nuevas y diferentes a nuestros hijos.
  5.   Hasta que el plato esté limpio.  Este es uno de los errores más comunes y la verdad que deberíamos empezar a rectificar desde hoy mismo. Es importante saber que todas las personas (pequeños y adultos) poseemos un mecanismo que nos indica cuándo debemos dejar de comer, que ya estamos saciados.  Los niños sanos suelen ser muy fieles a lo que su organismo les dicta.

Así, por norma general, nuestros hijos comen cuando tienen hambre y si no no comen o dejan de comer cuando ya no pueden más. Obligarles a comer más de lo que pueden es contraproducente y nada recomendable, porqué alteramos este mecanismo interno y promovemos la sobrealimentación.Si quieres ver el plato limpio, sirve porciones más pequeñas y respeta siempre la decisión de tu hijo de no comer más.

 Resumiendo, muchos padres “pecamos” en…
  • obligar a que el niño coma más de los que puede;
  • premiar un buen comportamiento con golosinas y otros alimentos calóricos;
  • castigar al niño sin comida por si presenta alguna conducta desfavorable (“a la cama sin cenar” u “hoy te quedas sin postre”, …)
  • festejar cualquier acontecimiento importante de la vida del niño ofreciéndole una “comida basura” ;
  • permitir el consumo diario de bollos, bebidas gaseosas y azucaradas;
  • ofrecer, con frecuencia, platos precocinados por la falta de tiempo,
  • enfadarnos porque no come,
Foto cortesía www.photl.com
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