Muchas veces hablamos sobre habilidades sociales y la necesidad de enseñarlas o entrenarlas para poder tener mejor desempeño social, académico y personal. En este breve artículo hablamos de ellas para entender mejor qué son las habilidades sociales y cómo pueden ayudarnos para que nuestras vidas sean mejores.
Habilidades sociales … ¿qué son?
Las habilidades sociales son un conjunto de hábitos, conductas, pensamientos y emociones que nos permiten:
- comunicarnos con las demás personas de una forma eficaz,
- mantener relaciones interpersonales satisfactorias,
- sentirnos bien,
- obtener lo que queremos y conseguir que otras personas no nos impidan lograr nuestros objetivos.
El aprendizaje o desarrollo de las habilidades sociales es un tema de gran interés tanto para los profesionales que nos dedicamos al mundo de la infancia como también para los padres y los propios niños o adolescentes.
¿Por qué?
Porque la gran parte de nuestros problemas y satisfacciones tienen mucho que ver con nuestras relaciones interpersonales (en la escuela, en el trabajo, con los amigos y con nuestra propia familia).
La asertividad, una habilidad social imprescindible
Saber relacionarnos adecuadamente sin tener que pelear ni discutir o sin claudicar siempre es algo que debemos aprender. Esta habilidad social es lo conocemos como asertividad.
¿Cómo aprendemos a desarrollar esta habilidad social?
A ser más o menos asertivos se aprende en el seno de la familia pero también en la escuela.
Aprendemos por observación , imitación y por ensayo-error. Por tanto cualquier mejora en esta aptitud es tan importante que puede suponernos un incremento en nuestro bienestar y nuestra calidad de vida. Si nos fijamos esto es extensible a nuestros hijos que, muchas veces, tienen problemas con sus compañeros de clase o amigos del parque.
Mejorar las habilidades sociales de nuestros hijos supone mejorar su bienestar emocional y por tanto su autoestima.
Habilidades sociales … pero ¿para qué nos sirven?
Como hemos ido viendo hasta ahora, las habilidades sociales son imprescindibles en nuestras vidas porque:
- Nos relacionamos constantemente con otras personas. Las relaciones interpersonales suponen una fuente de bienestar o de todo lo contrario. Unas malas relaciones interpersonales debidas a unas deficientes habilidades sociales generan estrés, ansiedad, malestar emocional …
- Afectan a nuestra autoestima. El tipo, la cantidad y calidad de nuestras relaciones interpersonales impacta directamente sobre el modo de vernos y en lo que pensamos de nosotros mismos. Tenemos mejor autoestima en función de la calidad de relaciones interpersonales que tenemos.
- Un déficit de habilidades sociales nos hace sentir emociones negativas:
- frustración, ira, sentimientos de rechazo, sentirnos infravalorados o desatendidos por los demás.
- Un déficit de estas habilidades provoca malestar emocional. Las personas con pocas habilidades sociales son más propensas a padecer alteraciones psicológicas (ansiedad o depresión) o psicosomáticas.
- Ser socialmente hábil ayuda a incrementar nuestra calidad de vida. En la medida que nos ayuda a sentirnos bien y a obtener lo que queremos de un modo adecuado.
Razones para ayudara a nuestros hijos a desarrollar unas buenas habilidades sociales
Ayudar a que nuestros hijos desarrollen unas buenas habilidades sociales es una de las tareas fundamentales de ser padre o madre. Con nuestro ejemplo podemos transmitirles:
- cómo debemos comportarnos con las demás personas,
- el valor del respeto hacia los demás y de uno mismo,
- el modo correcto de pedir las cosas
- y otras muchas otras conductas socialmente aceptables e inteligentes.
Tener unas buenas habilidades sociales implica saber que existen buenas y malas formas de comportarse con otras personas.
Los adultos, es decir padres, madres y otros educadores de referencia, debemos enseñar a niños y niñas cómo debemos actuar cuando estamos en diferentes espacios y con diversas personas.
Como padres o educadores nuestra obligación es hacer tomar conciencia a nuestros hijos de que existen buenas y malas maneras de, por ejemplo hablar con los demás. Así por ejemplo demos intentar transmitir que:
- es necesario escuchar mientras que los demás hablan,
- que cuando alguien se dirige a nosotros intentamos mirarle a los ojos,
- o que debemos respetar los turnos y no hablar sin parar,
En la medida que nuestros hijos aprendan buenas formas de relacionarse con ellos mismos y con los demás, más probable será que en el futuro tengan más amistades y una buena convivencia con familiares, compañeros, amigos y vecinos. Algo que lo que los hará sentir mucho mejor.
Fuente: Cómo mejorar tus Habilidades Sociales. programa de asertividad, autoestima e inteligencia emocional. Elia Roca.
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- El rincón de la calma. Programa de inteligencia emocional y convivencia
- Fiti encuentra su camino. Un álbum ilustrado sobre la solidaridad
- 10 consejos para desarrollar la resiliencia en niños y adolescentes
- «Aprender a decir que no» Un libro infantil sobre la Asertividad
- Asertividad ¿qué es ? y ¿cómo son las personas asertivas?
- Nono y el nuevo alumno
- Mi hijo habla sin parar
- Beneficios de coleccionar cromos para los niños
- Ayudar a los niños a aceptar las críticas
- ¡Todos quieren mi rico zumo de naranja!